CONCLUSIÓN
Para terminar hacer dedicar unas palabras sobre la experiencia lo
largo del curso: dificultades, éxitos, fracasos, competencia adquirida, aquello que he aprendido, aquello que valoro, lo importante para mí, el buen docente...
Cómo comenzar con un blog sin hacer mención a aquellos
que ya han pasado por esta experiencia, gracias a los compañeros/as y a los
tutores/as por compartir ideas, sugerencias, consejos, pautas en momentos que
no sabíamos seguir. Juntos hemos conocido un poquito más sobre el TDAH,
hemos investigado sobre ello, me he adentrado un poquito más al mundo de las
tecnologías, creando enlaces, esquemas con formatos Slideshare, Diigo,
Easelly, Creately... ya que nunca los había manejado.
Cada uno hemos intentado aportar gotitas de agua
personalizadas para el desarrollo del Blog. Ha sido una experiencia
positiva, a veces me ha costado seguir el ritmo que me marcabais, ya que
habías semanas que podía realizar más cosas, y no podía porque era lo propuesto
para la semana y otras que no tenía tiempo, pero al estar estructurado de esta
manera me ha venido bien, ya que no se me ha acumulado el trabajo, y al final
da tiempo a todo.
Durante estos dos meses hemos estado trabajando diversos
aspectos a la hora de dar respuesta educativa al alumnado que presenta
TDAH, y en este punto, he aprendido que como docentes debemos cumplir un papel
clave en el abordaje del TDAH, en la detección de los primeros síntomas,
recabando información a través de la observación directa y determinando con su
actuación el progreso o deterioro del rendimiento escolar. La información aportada a través del curso es y ha sido realmente útil, y gracias por hacernos ver que la escuela es el ámbito natural del niño/a, en el que
son observables sus dificultades y progresos desde otra perspectiva y, después
de los padres y madres, el profesorado es el que mejor puede llegar a conocer a
nuestros hijos/as.
Debemos ser conscientes de la docencia en la actualidad y
de las condiciones en las que los y las docentes desarrollan su
profesión, con un alumnado tan diverso como estudiantes asisten a clase. Se
espera de ellos que no sólo conozcan a los alumnos/as, sino también que les
comprendan, tengan infinita paciencia con ellos/as y les traten con afecto. Las
circunstancias tampoco permiten disponer de todos los recursos necesarios para
atender a esta diversidad, ni tampoco existen políticas específicamente
definidas en este aspecto. Aunque la sociedad está en constante cambio y crea
continuamente nuevas demandas en las competencias profesionales, nuevos
requisitos en cuanto a la formación psicopedagógica especializada. Y al igual
que el alumno/a que no avanza en las enseñanzas se queda fuera, tanto laboral
como social, el profesorado que no se actualiza queda estancado, obsoleto
contrapuesto al concepto de aprendizaje.
Destacar como docente las competencias que he podido adquirir se contemplar de diversas formas, con ello destacar como reflexión personal que la labor educativa es una tarea difícil y
exigente, y con frecuencia criticada. Por esto, la complejidad del mundo
escolar sólo puede resolverse desde la colaboración de todas las partes
implicadas. Como hemos visto, la familia y la escuela están llamadas al
entendimiento, compresión, escucha, el apoyo, y a la colaboración.
Ser pacientes, tolerantes y flexibles son puntos
esenciales a tener en cuenta como docente cuando tratemos con estos
alumnos y alumnas. Tenemos que tener en cuenta que aprender les exige más
esfuerzo y más tiempo y enseñarles también nos requiere más esfuerzo, tiempo y
supervisión que los y las demás. Tienen dificultades para improvisar,
reflexionar y planificar estrategias, por lo que en lo relacionado con su
comportamiento, tendremos que conseguir que aprendan conductas rutinarias,
hábitos que realicen automáticamente. Cuando los hayan interiorizado, habrá que
seguir supervisando a distancia, no debemos confiarnos, ya que sabemos que
siempre puede colarse alguna distracción o alguna conducta impulsiva que les
haga desviarse de su rutina. Sin embargo, tendremos que dejar que también
se equivoquen, aunque tengan dificultades para aprender de sus errores. Por
ello, son alumnos/as que muestran mucha dependencia, demandando supervisión y
atención, pero no debemos olvidar que pueden presentar un retraso madurativo
importante y esas características son inherentes a su condición. Las
intervenciones psicoeducativas que requieren son a largo plazo y acompañan al
crecimiento del alumno/a y a las exigencias de la escala educativa.
Finalizado el curso y siendo conscientes de la
importancia de cómo trabajar, como coordinarnos, como estructurar el
ambiente, las rutinas... para nuestro alumno con TDAH, se hace necesario
ofrecer alternativas para una educación en la convivencia y en la igualdad. No
se trata de imponer, forzar o prohibir, todo lo contrario, se trata de
permitir y fomentar que niñas y niños jueguen indistintamente con todas las
alternativas que podamos ofrecer. A partir de las diferencias personales cada
niño o niñas, lo idónea sería poder desarrollar sus capacidades y aptitudes al
máximo, a margen de estereotipos impuestos socialmente, Ni forzar, ni impedir,
sino ofrecer a los niños y niñas todas las posibilidades que tengamos al
alcance.
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